Mucho ha evolucionado la Web desde que en 1990 Tim Berners-Lee accedió a la primera página web en el CERN. Su composición inicial incluía solo texto.
Poco a poco durante todos estos años se han ido agregando nuevos componentes al lenguaje HTML, como soporte a imágenes, tablas, marcos, etc.
Estas nuevas capacidades gráficas y de presentación involucraron a los diseñadores gráficos para obtener páginas llamativas y de buena calidad. Surgió una nueva profesión, el Diseño Web.
Velocidades más rápidas de Internet y navegadores más potentes y con más capacidades permitieron desarrollar páginas web más complejas, creando también mayor demanda de requerimientos.
Durante los primeros cinco años de su existencia, la Web era de sólo lectura. Es decir, los navegadores mostraban las páginas requeridas por los usuarios. Esto cambió con la aparición de los formularios, que permitían solicitar información a los usuarios.
Internet seguía haciéndose más rápido y los navegadores más potentes. Se incluyeron en las páginas web audio, animaciones y vídeo para mejorar el contenido y ofrecer mayor información.
Actualmente las páginas web han evolucionado a aplicaciones web. Las aplicaciones web permiten que el usuario interactúe con ellas para realizar alguna tarea que anteriormente era realizado con un software instalado en el computador.
Las aplicaciones web en comparación con el software instalado en el computador tienen entre sus ventajas:
- No requieren ser instaladas, solo basta con ingresar la url del servidor y ya tenemos disponible las funcionalidades que ofrecen.
- También otra de sus ventajas, es que las actualizaciones son realizadas por su desarrollador en el servidor y siempre estará disponible la última versión.
- Las aplicaciones web son independientes del dispositivo, cualquier computador, tablet o teléfono inteligente y del sistema operativo que funcione en él. Sólo es necesario ejecutar un navegador compatible.
- No están sujetas a un equipo específico en un sitio. Tenemos completa movilidad de acceder a ellas desde cualquier dispositivo que esté en el trabajo, casa o cualquier lugar del mundo con conexión a internet y un navegador web.
A diferencia de las páginas web, las aplicaciones web requieren de conocimientos de programación y bases de datos.
Las aplicaciones web pueden ser publicadas en un repositorio llamado Mercado de Aplicaciones Web, donde se pueden publicar las aplicaciones para que sean utilizadas por otras personas. Entre los más conocidos tenemos el Google Chrome Web Store y el Firefox Market Place.
Para mayor información puedes consultar este vídeo:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario